El escudo en una mano y la lanza en la otra. No cesa la
batalla. Duelen las heridas, duelen un montón. Arde el sudor, pesa la armadura.
No aguantarías un solo golpe más. En un desaforado empujón te abrís espacio, y
miras hacia adelante. Ahí está tu líder. Ese ser sobrenatural, que es más
grande que todos, más puro, mas fuerte. Brilla su armadura, pega sus golpes
cargados de coraje, valentía. Se da vuelta y te mira, y ese gesto basta. Basta
para curar tus heridas, basta para borrarte el cansancio, basta para quitarle
al mundo el peso de tus hombros. Y de algún misterioso lugar, vuelve la fuerza,
vuelven las ganas, de seguir en la batalla. Porque no hay honor comparado a
luchar a su lado, no hay vergüenza suficiente que explique abandonar la lucha
en el bando de semejante ser. No hay orgullo más grande que sentirlo palmar tu
espalda cuando cae la noche, o poner dos monedas en tus ojos, si así lo
requiere la situación.
Se logra seguir, se logra dejar todo en el campo, y cae la
noche. Y termina el esfuerzo, por hoy al menos. Miras al piso, ves tu sangre
caer y mezclarse con la arena. Vale la pena, por esa palmada, por ese saludo
final, todo vale la pena. Pero esta vez no llega. Y pasa el rato, y no llega.
Buscas la seguridad de sus ojos en los alrededores. Pero no aparece. Sin
embargo un leve sonido extraño te perturba los oídos. Como un sollozo. Lo seguís
hasta unos árboles, al costado del campo, y entonces lo ves. Ahí está el,
derrotado, vencido, cansado, adolorido, llorando de dolor. Con una mano se
agarra la herida en el pecho, y con la otra trata de vendársela. Esta
destruido, como lo hemos estado todos nosotros estos días. Nunca nadie se dio
cuenta. Le das una mano y te lo llevas en andas. No habrá palmada hoy. No habrá.
Sin embargo, se siente más que nunca la valentía, el coraje, el honor, de
luchar a su lado.
che, javi. como estás de exámenes?
ResponderEliminartenés que leer el capitan alatriste.
abrazo
f
No tengo mas examenes. Me voy a poner a buscarlo entonces.
ResponderEliminarAbrazo f
arranque por el primero.
ResponderEliminarAl fin y al cabo todos somos mortales, no? Me sacaste el comentario de la boca y lo pusiste de título: épico. No se me ocurre mucho que decir, muy bueno! Saludos!
ResponderEliminarFantástico texto, un placer leerte.
ResponderEliminarUn saludo :)
Hola, llegué hasta aquí a través de un blog amigo. Me gustó tu espacio, con tu permiso me quedo.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Ale: jajaja si, suele pasar que no se sabe que decir de mis textos, estoy quedando loco. Abrazo che.
ResponderEliminarMaria: Un placer, sos bienvenida a leer cuando quieras.
Humberto: Pasá tranquilo, adelante. No te puedo prometer que siga escribiendo cosas decentes, pero voy a hacer mi esfuerzo. Me gusto tu blog che, te voy a empezar a visitar mas seguido.
La Ilíada Side Stories.
ResponderEliminar(y sí, soy como un gran hermano, que en lugar de volverlos locos, los hace sonreir cuando se bajan de los buses jaja!)
ResponderEliminarfeliz navidad javi,
ResponderEliminarshow must go on.
f