Una vez un tipo me quiso vender un reloj. No se atrasa, decía,
que no iba a llegar a ningún lado tarde. Me puse a pensar en lo rebelde que es
el tiempo. A veces una mirada de un segundo dura horas, y a veces una conversación
de horas dura un segundo. La gente no debería encarcelar al tiempo, le dije.
Que me deje de bobadas, si quiero el reloj que lo compre, y si no, que deje de
perder su tiempo, contesta. Argumento que los días son relativos, relativos a
la vivencia que uno les imprime. Si demora mucho en terminar tu día, es que el
tiempo te está dando más lugar a que vivas. Por el contrario si te estás
sobrepasando de locuras, es hora de que te duermas. Y con eso basta. Susurra
algo sobre el oficio de mama, que no le rompa las bolas, se da vuelta y
conversa con otro ojeador. No me molesta, total, no soy yo el que pierde el
tiempo. Arranco a caminar, y saco mi reloj pulsera. Acelero el paso, pucha,
estoy llegando tarde.
clap clap clap!
ResponderEliminarf
“_... en clase de música me enseñaban a marcar el tiempo.
ResponderEliminar_ ¡Ah! Eso lo explica todo- dijo el Sombrerero.- el tiempo no soporta ni que lo marquen ni que lo clasifiquen. En cambio si estuvieras con él en buenos tratos, haría casi todo lo que tu quisieras…”
El sombrerero loco...un viosionario
"Susurra algo sobre el oficio de mama" jajajajaja.
ResponderEliminarOff topic: leí el libro en como media hora. Cuando pinte capaz que hasta me mando un análisis y todo
Excelente, veo que no soy el único preocupado por el tiempo! Tranquilo que lo bueno no llega tarde, se genera expectativa ;)
ResponderEliminarMuy bueno, me ha gustado. El tema del tiempo es interesante, ¿leíste 'Momo', de Michael Ende? Si te interesa el tema, seguro te gustará.
ResponderEliminarUn saludo grande, sigo leyendo.
andá!
ResponderEliminarllevate un disco...
Cuando mi papá me dijo que el tiempo no existe, me dieron terribles ganas de pegarle un puntapié.
ResponderEliminarAhora lo entiendo. Y quiero retractarme.
Un placer leerte.
ResponderEliminarUn saludo :)
Comparto tus reflexiones, en serio, por eso ya omití el reloj en el diario discurrir.
ResponderEliminarAbrazo