Te recomiendo leer escuchando.
En una danza lenta los encontró la noche. En el cariño del
abrazo se dejaban llevar por la música, en un armónico vaivén. Los ojos de
ambos, cerrados, en algún lado se miran, se encuentran, se entienden. Y las
miradas también bailan.
Por la ventana se cuela tenue la luz de la luna, se esconde
entre las cortinas para no molestar. Caen lágrimas. De felicidad o de tristeza,
da igual. Ninguno de los dos se detiene a pensar. Se olvidan del mundo por un
segundo, de todo el estrés, la tensión, la crueldad y la injusticia del mundo,
por un segundo. Lo único que existe ahora es el amor, y el amor es movimiento.
Adentro, todo blanco, lento, todo. Solo resuena la música,
el movimiento es inercial. Los matices de todo, se ausentan. No resuena el eco
de ninguna voz interior, ninguna idea corta el fino hilo que sostiene la
serenidad del momento. El tic tac desaparece, para siempre. El momento se
convierte en eterno. Y bailan para siempre.
Con pena el pianista alcanza la última nota. Se hace
silencio, de cristal. Baja la cabeza, guarda la foto. Vuelve a desear que
hubiese sido para siempre. Y apaga la luz.
sus post demoran, pero pucha que vale la pena esperar!
ResponderEliminarun abrazo, javi.
No me la esperaba, no aprendo más que sos especialista en finales no esperados jaja Cada vez mejor Javi, abrazo.
ResponderEliminarUn querido mio me pegó la frase "más vale encender una vela que maldecir la oscuridad". Vale la pena aunque la vela se transforme en un viejo recuerdo plasmado en foto.
ResponderEliminarPreciosa entrada, saludos!
Estoy escuchando tu recomendación...y también releyendo.
ResponderEliminarGran apreciación la de Romina.
Abrazo